Vérselas en 2015
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 11, Dic 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ya está más claro el largo camino que habrá de recorrer la reforma energética. Ahora tiene el hándicap de la consulta popular y el de las urnas en el 2015.
Precisamente ayer se dio en San Lázaro la condición complementaria para que la aprobación de la reforma energética no pueda verse como un hecho avasallador de la aplanadora legislativa que conforman el PRI y el PAN.
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó con abrumadora mayoría la Ley Federal de Consulta Popular que faculta al futuro Instituto Nacional de Elecciones promover la difusión y la discusión informada de las consultas populares, y para que garantice el acceso a la radio y la televisión a quienes hubieren presentado la petición, a través de los tiempos oficiales que le corresponda administrar para sus propios fines.
La aprobación no incluyó algo en lo que el PRD insistió mucho: eliminar la facultad del presidente del país de utilizar los tiempos del Estado para difundirla.
Esta ley debió ser aprobada desde el viernes pasado como parte de las negociaciones chuchas para facilitar la consulta energética que el PRD ya viene promoviendo para 2015, colgándose de la figura de Cuauhtémoc Cárdenas como si fuera la del Cid Campeador, y dando por hecho la inexorable privatización del petróleo y la electricidad.
No se aprobó la madrugada del viernes porque a la mera hora apareció un párrafo que no existía dentro del dictamen original, y que daba la facultad al presidente de utilizar los tiempos del Estado para difundir la consulta popular en cuestión. Eso haría del Presidente “juez y parte”, lo que violentaba la legislación, dijeron Los Chuchos.
Aquella madrugada todos se reían del perredista Silvano Aureoles, pues se decía que se lo habían chamaqueado luego de que Los Chuchos ya habían dado su resto para dejar pasar la reforma política electoral.
Antes de ese amanecer, los propios Chuchos se decían sorprendidos de qué tanto se habían “bajado los pantalones” y para nada.
Hoy, como sea, ya se aprobó la Ley Federal de Consulta Popular y eso pretende hacer que, en cierto modo, la protesta o resistencia al proceso de reforma energética carezca de razón de ser, habiendo ya un recurso legal para dirimir posteriormente un asunto que, en principio, se debe consumar si se quiere impugnar.
El episodio ilustra el comportamiento Chucho en esta temporada de reformas y también explica por qué hace dos días el presidente del Movimiento de Regeneración Nacional, Martí Batres, mandó a volar a Los Chuchos.
El PRD, dicen las crónicas, envió la mañana de antier “un guiño de unidad al que Batres respondió para despejar dudas: con las bases perredistas sí; con sus dirigentes nada.
Batres no dio espacio para un acercamiento con el sol azteca, no por los añejos agravios, sino por su coparticipación en la ruta que ha llegado hasta la reforma energética.
Para Batres, y creo que eso cualquiera lo tiene claro, mientras los perredistas pavimentaban en el Pacto por México la situación actual, Morena realizaba acciones contra la inminente privatización. Falta mucho todavía para la aprobación de la reforma energética en el Congreso y las legislaturas del país.
No es fácil predecir cómo vaya a reaccionar la gente, aparentemente tranquila. Pero suponiendo que la cosa llegue hasta una consulta en 2015, habrá que entender que ese último recurso será no de “Los Chuchos”, mañosos que han sido, sino de la gente.